viernes, 25 de mayo de 2012

Michael Monroe @ Teatro Vorterix 23-05-2012


La noche que tantos estaban esperando llegó al fin, y este ya mítico miércoles 23 de mayo quedará en la memoria de cientos de personas que poblaron el Teatro Vórterix para ver el primer desembarco del finlandés Michael Monroe con banda propia. ¡Y qué banda trajo esta vez! El histórico ex bajista de Hanoi Rocks, Sami Yaffa, como apoyo principal, Dregen y Steve Conte en guitarras, y Karl Rockfist tras los parches, fueron el equipo que tuvo a un hiperactivo Monroe como principal figura. Michael no solamente canta (¡y lo bien que lo hace para sus casi 50 años!) sino que también toca el saxo y la armónica, además de arengar al público todo el tiempo y bailar como poseído hasta la última canción.





Después del set de los locales Coverheads, las luces se apagaron y la ansiedad dio paso a la emoción ya que “Trick Of The Wrist”, tema que abre el último disco (“Sensory Overdrive”), era la elegida para iniciar la velada. Enseguida, dos temas más del nuevo disco: “Got Blood” y “Modern Day Miracle”, con un sonido bastante pobre a nivel monitoreo aunque desde las tablas los músicos daban lo mejor de si.

Luego, un enganchado de viejas bandas de Monroe. “Motorvatin” de los Hanoi con la intro a cargo de Sami para delirio de todos, pegada a “Hammersmith Palais” de Demolition 23, que dejó a todos por el piso. Michael estaba un tanto molesto por los continuos desacoples de sonido, y Sami pidió reiteradas veces que le subieran la voz, pero aún así de arriba hacia abajo la energía no dejaba de fluir.



Párrafo aparte para Dregen, que con su simpatía y sus ganas de agitar, se llevó todos los aplausos (luego de Monroe, claramente). Para “78”, Michael explicó detalladamente la ayuda que necesitaba, y el lugar fue un manojo de puños al cielo gritando “ey” a viva voz.

La gente no dejaba de sacar fotos a todo lo que ocurría, concientes de que era una noche histórica. La banda disfrutaba de la pasión de sus fans, y salieron a matar con “Nothin’s Alright” de Demolition y “Not fakin it”, que al principio costó reconocerla ya que la guitarra de Conte prácticamente no se escuchaba. Sumado a que en casi todo el show la armónica de Michael brilló por su ausencia por culpa del inoperante micrófono, es destacable que no hayan perdido los estribos y que hayan hecho gala de su profesionalismo a pesar de lo poco que ayudó el sonido. 





Tanta alegría tenían todos, que Michael ató a su micrófono un pañuelo que una chica le dio, y se quedó con una gorra que le alcanzaron desde el público, luego de intercambiarla con la gorra de policía de Dregen. 






           Llegando al final, el equipo tiró toda la carne al asador: “I wanna be loved” de Johnny Thunders, con Monroe casi al borde del abismo del público y todos gritando “loved by you”. La marcha no se detenía, de la mano de un dueto tremendo: “Back to Mistery City” y “Malibu Beach Nightmare”, ambas de Hanoi, con Michael a toda furia en el saxo y el publico con las manos rojas de tanto aplaudir. Para cerrar la primera parte, el himno “Dead, jail or rock n roll” y el éxtasis de todos, y de Michael que inclusive tuvo tiempo de firmar autógrafos mientras cantaba.





Volvieron de un pequeño descanso y con un cambio de ropa obligatorio (MM pasó de una camisa roja sin mangas a una igual pero en negro, y Dregen se calzó la celeste y blanca), un temazo de la cosecha 82 de Hanoi. “Taxi Driver”. El verdadero final llegó de la mano de “1970 (I feel alright)”, cover de The Stooges que también había versionado The Damned en su ópera prima.             






Un pandemonium punk que finalizó con Monroe pateando los 4 pies de micrófonos y dando saltos por todos lados. La fiesta había terminado, pero nadie quería irse. Fueron muchos los fans que esperaron a la banda para sacarse fotos e inmortalizar ese momento que ya de por si había quedado eternamente en sus corazones.