sábado, 13 de octubre de 2012

Brixton @ Salón Pueyrredón 12-10-2012





Luego de un obligatorio parate debido a un cambio de integrantes ocurrido cuando estaban en pleno proceso de edición de su primer DVD ("Experimentando con lo conocido"), Brixton se presentó el viernes en el Salón Pueyrredón como invitados de La Conexión, quienes festejaban sus ocho años de existencia.

La banda del oeste, que hace 15 años tiene a Diego Bertolaja en voces y guitarra, presentó en un corto pero efectivo set, canciones nuevas, temas de sus anteriores trabajos y principalmente a Ignacio Martínez, el nuevo bajista que reemplazó a Martín Monteagudo. 

Cuando aún la gente no había llenado el lugar, los cuatro Brixton (Bertolaja, Martínez, Guido Braini en batería y Germán Morales en guitarra y coros) salieron a estrenar uno de los nuevos: “Eclipse”, con un clima muy rockero sobre la base de cuerdas de Diego. Al terminar, Guido engancha con el juego de tambores que da inicio a “Destinos”, de los temas más punks de la banda (con un implícito homenaje a Legiao Urbana en la guitarra líder). Pura furia para el final de la canción, y ya la cosa comenzaba a encenderse. 

Luego del saludo protocolar al público, “Crisis  fue el elegido para seguir. Rock medio tempo, pleno de melodía y coros superpuestos, y con la gente haciendo palmas. Una letra muy sentimental y positiva. Luego siguió “Ella te ama”,  brillante mix entre melodía beatle y power pop ramone. El “she loves you” del final certifica este homenaje a dos de las mayores influencias del grupo.

El Salón se iba poblando y la banda estaba aceitada, por lo que un viejo clásico como “Así” (toda una declaración de principios), enganchado con “Interior” (muy en la vena del rock de la década de 2000) fue casi un regalo para los seguidores más antiguos.

Más temas nuevos: esta vez fue el turno de “Bagdad”, que ya habían estrenado hace largo tiempo también en el local de Avenida Santa Fe. Diego muy comunicativo y locuaz, Germán firme en los solos, Guido una topadora como siempre tras los parches y Nacho sorteando su primer show con mucha soltura. Si bien el nuevo integrante aún no tiene mucha movilidad en escena, se nota que le sobra técnica y ganas de crecer.

Acercándonos al final, otra gema pop: “Quiero dormir” y su melancólico recuerdo del final de una relación (“Te llevaste las luces, la magia de los días. Los recuerdos que decían, que el futuro es nuestro”). El último estreno se llama “Lo mismo que vos” y es un símil rockabilly en el que la dupla Braini-Martínez tiene tiempo de dar rienda suelta a su inspiración a toda velocidad.

La sorpresa de la noche fue la presencia de Diego Martínez, estandarte del under local y hermano de Nacho, además de compañero de Bertolaja en Indios, banda en la que militaron hace ya varios años. El vocalista invitado recordó que el jueves se cumplieron 16 años de la muerte del inolvidable Renato Russo (cantante de Legiao Urbana) y ahí nomás los parlantes estallaron con una poderosa y sentida versión de “Sera”, tema que abre el primer disco de los de Brasilia. Un dueto genial entre los dos Diegos, hermanados por el amor a Renato y los suyos.

El final del set es de la mano de “La esencia de la vida”, un oldie que la banda volvió a grabar en su segundo disco, titulado "Los nombre de la furia". Letra existencialista y música veloz para cerrar un show que dejó a todos con ganas de más. Seguramente lo haya, ya que para antes de fin de año prometen otra fecha en la que se podrá ver como evoluciona la química de la nueva formación. Canciones y actitud hay de sobra, solo resta saber qué les depara el destino.  



miércoles, 10 de octubre de 2012

Nueva sección: Vintage Records




Nos encanta Ramones y nos encantan las reseñas de discos viejos. Por eso hoy inauguramos esta sección donde analizaremos y recordaremos discos que marcaron una época o que simplemente nos encanten. El que da inicio es precisamente "Mondo Bizarro" de The Ramones.




La década del 80 no había terminado de la mejor manera para Ramones: si bien Marky había retornado al hogar, Dee Dee había decidido colgar su traje de ramone para iniciar una carrera en solitario, más volcada al rap que a sus inicios punks. “Brain Drain” no había tenido el éxito esperado, a pesar de que “Pet Sematary” había sido incluido en la banda de sonido de la película homónima. La inclusión del novel bajista C.J aseguraba sangre nueva, pero a la vez generaba incertidumbre sobre su desempeño en la banda. Las ediciones del recopilatorio “Ramonesmanía” y del disco en vivo “Loco Live” eran señales de que no había mucho material nuevo para entregar.

Pero contrariamente a lo que podía esperarse, y terminando con todas las especulaciones posibles, Ramones inicia la década en 1992 con un disco magnífico, pleno de madurez tanto lírica como musicalmente. Con pequeñas ayudas de gente como Skinny Bones, Daniel Rey, Andy Shernoff de The Dictators, y hasta del propio Dee Dee (que les cede tres canciones), la banda da rienda suelta a todo su potencial.

El primer tema plantea desde las bases la preocupación acerca de la libertad de expresión en su país. “Censorshit” es una referencia al PMRC, grupo que se encargaba de poner las etiquetas de advertencia en los discos, y a Tipper Gore, la mujer de Al Gore, quien fuera vicepresidente de Estados Unidos. La intro de batería marca el pulso de la canción, que a plena furia protesta por quienes intentan coartar uno de los derechos fundamentales, nombrando inclusive a artistas como Ozzy Osbourne y Frank Zappa como estandartes de la libre expresión.

The Job That Ate My Brain” es una sátira de Marky compuesta a dúo con su amigo Skinny Bones (con quien luego fundaría la banda The Intruders). Un análisis de la alienación de la vida moderna en la que todos parecen tener como prioridad correr para llegar a tiempo al trabajo. Para ser la primera colaboración compositiva del baterista, no está nada mal.

A continuación, el primer single del disco: “Poison Heart”, de Dee Dee. Un bombazo que desde la primera oída se queda pegado, clásica composición de mister Colvin. Un ritmo tranquilo pero no menos contundente, donde Joey se luce con su voz de corazón roto cantando sobre la poca sensibilidad de la sociedad. 



Anxiety”, la otra composición de la dupla Marky-Bones, entra a todo vapor con la batería al frente y un ritmo acelerado. Una letra bastante paranoica con música acorde. El baterista destaca por sobre los demas con su incesante andar.

Luego sigue la primera canción cantada por C.J, escrita por el ex bajista. “Strength to Endure” es una oda a la supervivencia, a resistir sin bajar los brazos. Sin gran velocidad ni estridencia, marcha sobre el machaque de Johnny hasta estallar en el estribillo. Gran interpretación del nuevo integrante, quizás su momento más intenso dentro de la banda.



El momento Joey del disco se da con “It`s gonna be alright”. Sobre una base power pop recargada de guitarras, el Flaco se despacha con una letra súper optimista (compuesta junto a Andy Shernoff) dedicada a los fans, que según él, son los únicos que entienden a la banda. Grato momento casi de los años 60s con tanta melodía vocal.

En la lista de los mejores covers de la historia, debería estar la re lectura que Ramones hace de “Take it as it comes” de The Doors. Hasta se dan el lujo de invitar a  Joe McGinty de los Psychedelic Furs para que meta las teclas que en la versión original correspondían a Ray Manzarek. Durante un show en Hollywood de ese año, Robby Krieger (guitarrista de The Doors), subió para tocar una emotiva versión del tema. 



Otro aporte del nacido en Fort Lee (Virginia), como si el viejo Douglas tratara de canalizar sus ganas de seguir en Ramones. “Main Man” podría estar tranquilamente es sus discos solistas, ya que es casi una biografía de sus días más difíciles. C.J la canta con toda su furia y logra una performance contundente. 





Punk rock clásico de la mano de “Tomorrow she goes away” con su letra que habla de un amor enfermizo que no quiere alejarse. En esta canción la guitarra de Johnny pinta perfectamente el clima, y se luce con inspirados arreglos.

Siempre tiene que haber una balada en cada disco de Ramones, y esta vez no iba a ser la excepción. Joey regala una sentida canción (“I won`t let it happen”) en la que le asegura a su chica que las cosas malas no van a volver a pasar, mientras la banda se monta detrás de una guitarra acústica poco usual en el grupo pero siempre presente cuando del alto cantante se trata. 

Para “Cabbies on crack”, invitan a Vernon Reid de Living Colour, banda que se encontraba quizas en su mejor momento. El guitarrista aporta un solo retorcido que es la cereza de la torta en una historia del alto cantante acerca de un taxista drogado que lo lleva a toda velocidad por las calles de New York.

Heidi is a headcase” es tal vez el único tema intrascendente del disco. Punk básico que cuenta el amor hacia una chica un tanto alborotada, en la veta de nombrar a féminas como Sheena, Judy o Suzy. Aquí homenajean a Bob Dylan y a Stiv Bators.

El cierre es a todo bubble gum music con “Touring”, que en verdad había sido compuesto a principios de los 80s, más precisamente para las sesiones de grabación de “Pleasant Dreams”. Narra las vivencias del grupo en la ruta, pasando por lugares tan disímiles como Japón, España, México o Australia, pero siempre rescatando el espíritu de diversión por sobre todas las cosas. En esta canción, donde Marky parece querer reventar sus tambores, están de invitados en los coros Flo & Eddie, el dúo que supo ser parte de la banda de Frank Zappa

 

Cabe destacar que parte fundamental de la grandeza de este álbum se debe al retorno de Ed Stasium como productor, ya que el último disco en el cual habían trabajado juntos fue “Too tough to die” de 1984. Viejo amigo de la casa, supo sacar lo mejor de cada uno de los integrantes del grupo, y el brillo de las canciones es notable, logrando un trabajo a la altura de los mejores de la década. 





sábado, 6 de octubre de 2012

Mamushkas 10 años @ Salón Pueyrredón 05-10-2012


Luego de batallar durante diez duros años en los cuales hubo lágrimas y alegrías, Mamushkas decidió que ya era hora de juntarse con amigos a festejar y a rockear una vez más. Pero esta vez era especial, ya que la noche prometía covers a granel y viejos amigos como invitados especiales.

Después de dos calientes sets a cargo de los uruguayos Mandala y de Rolo y los Fucking Adictos (gran banda tucumana), los comandados por Tomás Loiseau subieron al escenario del Salón Pueyrredón disparando las pistolas de Brixton. Los acordes del reggae compuesto por Paul Simonon a fines de los 70s en la problemática Londres fueron la excusa perfecta para dar rienda suelta a la algarabía del público, que no se hacía rogar.

 

Tomás muy inspirado y lleno de energía, el Chino Moralexx con su guitarra mágica al frente, y la base sólida y sin fallas de Marcos García (bajo) y Omar Kischinovsky (batería) hacen de Mamushkas una de las bandas más interesantes para ver en vivo en la escena actual. “Regreso en espiral” y “666”, ambas de su segundo y autotitulado disco, fueron el prologo para que el Chino, con su proverbial verborragia, agradeciera por primera vez a los presentes por darle clima a la noche. “Corre” y “Todo vuelve” (gran letra acerca de la gente que ya no está) dieron pie a “Te marchaste”, de aquel viejo primer disco. 

No Feelings” de los Sex Pistols, fue el segundo cover de la noche. A toda furia y en castellano homenajearon a una de sus bandas de cabecera.  Mientras el escenario se llenaba de humo, fue el turno de “Como un animal”, tema que estará incluido en el tercer disco, que saldrá en poco tiempo a la venta.
 
Para la hermosa “A tu lado”, se dieron el gusto de invitar a parte de la historia de Mamushkas: Charly de la Vega en batería y Mariano Peralta en guitarras armaron un glorioso dream team al cual se sumó Martín Locarnini de Bõas Teitas en coros para que la versión tuviera gusto a gloria. El Chino y Omar aprovecharon para bajar a bailar entre la gente y ver a su propia banda desde el piso. Según Tomás, es una canción que conoce todo el mundo, y así debe ser porque no quedó nadie sin cantarla. Mariano se quedó para acompañarlos en una gran interpretación de “Eskupo”, y luego todos fueron por un merecido descanso.





Pero solamente regresaron Marcos y Omar, que se trenzaron en una inspiradísima zapada a toda velocidad en la que ambos demostraron el dominio de sus instrumentos. Cuando los cuatro volvieron a estar sobre el escenario, Tomás cantó las bellas estrofas de “Solo a vos” para seguidamente regalar otro de los nuevos: “Hacete cargo”, que también estará en el tercer disco.


 

A pedido del guitarrista tocaron “Invasión”, tema del primer disco, que volvieron a grabar en su nueva placa. El Chino entre risas pidió al público que los ayudaran con el estribillo y todos entonaron el “siguen llegando” al son de la banda.

Había más covers, y cómo no alegrarse si la lectura que hacen del “I fought the law” de Sonny Curtis es tan buena como la que hacía The Clash. Ver a todo el Salón Pueyrredón hacer palmas mientras se canta que se luchó contra la ley pero la ley venció, puede dejar a más de uno en estado de éxtasis total.

Ya llegando al final, Tomy arranca a cantar las primeras líneas de esa oda al pogo llamada “Rebotando”. Pero se detiene y el Chino se queja de que la gente no se acerca ni baila, así que esperan a que de a poco se arme un buen revuelo y ahí arremeten con esa cachetada en la cabeza de todos. 


Solamente quedaba lugar para dos canciones más. La primera y quizás más violenta de todas fue “Disparen”, ese punk rock enérgico que esta vez contó con el apoyo de Rolo de los Fucking Adictos en los coros. Magnífica interpretación que sirvió de entrada para el postre: el Indio, ex guitarrista de Dos Minutos y actual Prisioneros Verdes, subió para aportar su talento en el último cover, que fue también de The Clash. El Salón reventó mientras todos cantaban “Complete Control”. Tanta fue la emoción que hasta Locar y Rolo subieron a meter sus voces. 

Es que los shows de Mamushkas tienen esa cosa de fiesta entre amigos, en las cuales uno puede hasta olvidarse que afuera llueve como si Buenos Aires fuera víctima del diluvio universal. Y como dijo Tomy, que la fiesta se repita hasta cumplir 20 o 30 años juntos.