martes, 18 de septiembre de 2012

Die Toten Hosen Argentinien Tour 2012 @ Estadio Malvinas Argentinas 15-09-2012







El sábado fue la cereza del postre, la fiesta entre amigos: esta vez con Pil y su banda, y CJ Ramone tocando todos los clásicos de su viejo grupo. Muchísima gente por cada rincón del estadio, alemanes venidos especialmente para la ocasión, punks recalcitrantes de esos que se pasan dos horas frente al espejo para hacerse la cresta y cantan “El Avestruz” en vez de “First Time”, chicas emperifolladas en perfumes de última moda, chicos que parecen haber desayunado cerveza, fans de Ramones que solamente fueron por CJ pero se quedaron a ver que onda con DTH, pungas, posers, gente que se saca fotos de espaldas al escenario mientras la banda toca… De todo un poco, reflejo fiel de este cambalache modelo siglo XXI.

Como esa noche se estaba grabando el show para un futuro DVD, había que ser protocolar: la apertura es, como en el último disco, con “Ballast der Republik”, enganchada con “Liebesspieler”. Los saltos, los gritos, los globos y el alma al aire festejando 20 años de una comunión musical que trasciende fronteras idiomáticas. “Alles was war” y “Altes Fieber” aportan la cuota emotiva, mientras que “Vida Desesperada” y “Liebeslied” suman más furia. Los chicos de la platea no se bancan no ser parte del asunto y arriesgadamente deciden descolgarse y bajar al campo, hecho que genera corridas por parte del personal de Seguridad. Como de costumbre, nunca faltan los amigos de lo ajeno, y así puede verse a un morrudo muchacho de remera azul que sigilosamente aprovecha para quedarse con una que otra billetera.

Después de “Pushed Again”, volvieron a invitar a Pil para cantar “Ultraviolento”. Y cuando todos esperaban que se repitiera “Viva la Revolución” como en Mardel, Campi sorprendió anunciando “Represión”. Sí, el viejo tema anti represivo de Los Violadores modelo 81 aparecía galardonando la noche. De más está decir que todo el estadio coreó a voz en cuello el tema, mezcla de emoción e incredulidad. Luego, la seguidilla de clásicos con “Alex” y “Wünsch DIR was”, y cerrando la primera parte, “Días como estos” con una lluvia de papelitos que aflojó hasta las lagrimas de los más duros. 



Para iniciar los bises, el momento más esperado de la noche: NorbertoRusoVerea contó que la moción iniciada por dos fans de la banda había tenido éxito, e invitó a la diputada porteña María José Lubertino a entregarle a los Hosen el diploma de “Huéspedes de Honor de la Ciudad de Buenos Aires”, ante la alegría de la banda. Volvieron a tocar “Mi Buenos Aires Querido”, previo pedido de disculpas de Campi por su primitivo español. 



En la segunda tanda de bises, se esperaba que abrieran con “Strom”, pero volvieron a sorprender: invitaron a Attaque 77 para tocar junto a ellos el clásico “Donde las águilas se atreven”. Dos generaciones y dos países distintos de la mano, como para remarcar la idea en medio de un momento inolvidable. Claro, CJ andaba por ahí y era casi obligatoria la invitación. El energético bajista subió para acompañarlos en “Blitzkrieg Bop” de su extinta banda, y en “Should I stay or should I go” de The Clash. ¡Debe haber sido la primera vez que los Hosen tocan con dos bajistas! 





Última serie de bises, casi como un regalo de amigos. Breiti anuncia que van a hacer una canción especial para todos aquellos que los han seguido durante todo el tour, pero que no es muy conocida. Los vibrantes acordes de “Wort zum Sonntag”, el sentimental homenaje a Johnny Thunders, inundan el lugar que no puede más de tanto entregar el corazón ante cada tema de la banda. 



Ahora si, no hay tiempo de más: de la mano de “Schönen Gruß, auf Wiederseh'n” y “You’ll never walk alone” la noche perfecta ha llegado a su final. Sudor, cerveza, lagrimas, uno que otro golpe, y la noción de haber sido parte de otra cruzada heroica de una banda que ya está más allá de nacionalismos chauvinistas o de banderías políticas. Esta noche, Die Toten Hosen se consagró como una nueva pasión que late en los corazones argentinos. 


Die Toten Hosen Argentinien Tour 2012 @ GAP 13-09-2012






En Mar del Plata apareció la magia, esa que todos saben que vive en el corazón de esta banda de desaforados. No es que haya un truco o que sean David Copperfield, pero estos cinco dementes tienen un as bajo la manga: muchísimo manejo del escenario y la capacidad de prenderse fuego aún en una ciudad balnearia. Y esta vez venían estimulados por el show del Vorterix, así que subieron la apuesta: ahora era a todo o nada, y pusieron toda la carne al asador de GAP. Del nuevo disco poco y nada, ya de entrada eligieron salir a matar con “Strom” y el lugar parecía no dar abasto para tanta adrenalina. Para peor, enganchar “Du lebst nur einmal” con la furiosa intro de “Auswärtsspiel” es como querer apagar un incendio con gasolina. La inevitable sensación de haberse sacado la lotería es innegable: la banda está aceitadísima, Vom y Campi se transforman en verdaderas máquinas que juegan para 10 puntos, el público responde a pura energía y sin cantos demagógicos, y ver a una banda de primer nivel por poco más de 100 pesos se vuelve casi un regalo del cielo.  



Porque no solo del punk vive el Hosen, y porque también hay un corazón detrás de tanta algarabía, sigue “Alles was war” y toda su melancolía acerca de un amor que ya no está, para cantar con lágrimas en los ojos. Pero como la calma dura poco, otra vez a saltar con “Hang on Sloopy” y Campi enseñando el pasito que hay que hacer, a saltar sin música hasta que Vom, el pequeño gigante, arremete con los tambores para que todos intenten llegar casi hasta el techo del lugar. El calor no da tregua, la performance es infernal, y nadie quiere parar. El cantante parece estar envuelto en llamas: va y viene de una punta a la otra del escenario, bebe un sorbo de cerveza e inmediatamente arroja la lata al público, que lo agradece como si fuera el maná que cae del cielo, intenta comunicarse aunque como él mismo reconoce, “mi español es mierda”, riega a todos los presentes con rociadores de agua, se sube a las vallas y se para casi sobre los hombros de los de Seguridad, que lo sostienen de las piernas para que no lo absorba el abismo de gente que lo espera con ansias.



Luego de “Paradies” y “Bonnie und Clyde”, efectiva dupla de “Opium fürs Volk”, otro regalo: “Call of the wild”, y las gargantas al límite acompañando el grito de guerra. Pero aún hay más, y como si manejaran el Durango 95 de “A Clockwork Orange”, se van de paseo a los 80s y traen ese temazo llamado “1000 gute Grunde” ante el asombro de todos y la emoción de muchos treintañeros. Para “Liebeslied”, Campino incita a cantar el coro introductorio, y ante la respuesta del público dice que “esto está bien, es grandioso para Montevideo Uruguay, ¡pero esto es Argentina!”, y todos dan su mejor esfuerzo en la segunda oportunidad hasta casi romper los tímpanos de la banda. Como para dejar en claro que es una noche única, Breiti afirma que están entre amigos y por eso van a tocar más temas viejos: los parlantes crujen al ritmo de “Mehr Davon”, otro cañonazo de los 80s. Parece ser que la fiesta de los 20 años en Argentina no era en el Vorterix sino que se mudó a Mar del Plata. Como sea, todo es perfecto: demasiada alegría arriba y abajo del escenario.



Para continuar, invitan a Pil, ex vocalista de Los Violadores, para entonar el clásico “Uno Dos Ultraviolento” y la combativa “Viva la revolución”. Campi hace los coros y construyen un dueto impecable. Luego de “Días como estos”, la banda va a por un merecido descanso, mientras el público se prepara para lo que viene, que promete ser mejor aún. Y al retornar, el grupo saca otro conejo de la galera: Breiti avisa que van a tocar un tema de 1987, y salen con  Halbstark”, el cover de The Yankees que habían versionado con Die Roten Rosen, su banda paralela. De no creer, esto parecía sacado de un cuento de hadas. Pura magia alemana en la costa argentina. El primer set de bises termina con “Eisgekühlter Bommerlunder” y su amor a la bebida del norte de Alemania, mientras los fans tratan de seguir la letra a velocidad supersónica. 



 Última parte del show, y quizás la más caliente. Campi invita a Mariano Asch, el productor local, para que traduzca sus palabras de agradecimiento, y Vom lo recibe arrojándole cerveza. Ante los aplausos del respetable, disparan una violentísima versión de “All die Ganzen Jahre” y el rubio vocalista aprovecha para tomar impulso, saltar y caer de lleno en medio del pogo. Escena épica, digna de los mejores shows de este país. “Zehn kleine Jägermeister” es un derroche de felicidad con la gente abrazada y haciendo el pasito de los alces. Si de coreografías se trata, “Schönen Gruß, auf Wiederseh'n” es la banda de sonido perfecta: todos arrojando golpes al aire mientras el grupo se apresta a retirarse, como siempre de la mano de “You’ll never walk alone”.

         Demasiado rock, demasiada amistad, demasiada alegría, demasiado de todo lo bueno que tiene la música: Die Toten Hosen se ganó el amor del público de la mano de shows como éste, y noches como las de Mar del Plata parecen tener destino de históricas. 

Die Toten Hosen Argentinien Tour 2012 @ Teatro Vorterix 11-09-2012




        El acorazado alemán visitó nuevamente tierras gauchas en el tour de presentación de su más reciente disco “Ballast der Republik”. Otra vez, no les alcanzó con Buenos Aires y decidieron abrir el juego tocando en el norte argentino, más precisamente en Tucumán y en Salta (años anteriores habían hecho lo mismo en lugares como Cipolletti, Cosquín y Bariloche). En su viaje a través de las provincias fueron acompañados por grupos de fans argentinos y alemanes cuya pasión no conoce fronteras ni límites.

        Es destacable la pasión que despiertan en el público local estos fervorosos alemanes (en verdad, el baterista Vom es tan inglés como el Liverpool). De un pequeño show como invitados de Pilsen hace 20 años pasaron a ser un secreto a voces hasta lograr reconocimiento masivo y heredar casi sin darse cuenta el lugar dejado vacío por los míticos Ramones. Hoy en día despiertan casi la misma pasión que los Fast Four y hasta los han superado en cantidad de shows brindados en esta parte del continente. 

        Las fechas de los Hosen estaban planeadas hace ya meses, y a último momento se agregó lo que sería la fiesta aniversario ya que el 11 de este mes se cumplían 20 años justos de aquél show en el extinto Halley de la avenida Corrientes. Qué mejor manera de empezar el recorrido en Buenos Aires sino con un show a pura energía en el Teatro Vorterix? Sin grupos invitados ni mucha parafernalia, los muchachos salieron a hacer lo que mejor saben: rockear la noche de la mejor manera posible. Luego de la introducción con “Drei Kreuze”, sonó el tema que da título al último disco y la euforia no tardó en desatarse. Aunque todos esperaban más temas viejos, había canciones nuevas entre manos y tenían que presentarlas en sociedad. Así, fueron pasando clásicos inoxidables como “Liebesspieler”, “Hier Kommt Alex” enganchada con “Wünsch DIR was” y “Bonnie und Clyde” mezclados con estrenos como “Altes Fieber” o el cover de FalcoAmadeus”. Obviamente homenajearon a sus admirados Violadores con “Uno Dos Ultraviolento” y hasta se desmarcaron con un oldie como “Verchwende deine Zeit” para delirio de la vieja guardia. 



        Campino enloquecido como siempre, Breiti traduciendo, Kuddel tirando magia desde su guitarra y sus coros a puro grito, y la base de Vom y Andi infranqueable como si del ejercito alemán se tratara. Las reglas eran pocas y claras, las de siempre para quienes son habitues de la banda: “Cuando les damos una cerveza, la comparten. Y si alguien se cae, lo ayudan a levantarse”, fue lo único que se pidió desde el escenario. Preso del delirio, el rubio cantante no duda en tirarse varias veces a esa pileta humana que lo rodea. Claro que vuelve sano y salvo, el placer de estar cerca de él es superior a las ganas de raptarlo y guardarlo para siempre en la mesita de luz tanto de quinceañeras enamoradas como de treintañeras que lo ven como el amante perfecto. El mismo amante perfecto que pide disculpas por ser responsables de la muerte de cientos de vacas a manos de su voracidad por los bifes argentinos, y que luego hace de maestro de escuela pidiendo que se sienten en el piso al empezar "Steh Auf".



        No faltaron más covers como “Do anything you wanna do” de Eddie and the Hot Rods, “Should I stay or should I go” de The Clash o “Blitzkrieg Bop” de The Ramones, aunque la perla de la noche fue la bizarra versión del tangazo de Carlos GardelMi Buenos Aires querido” cantado en un castellano risible por Campino antes de enganchar con una furiosa versión de “Du Lebt nur Einmal”. Las caras de todos cuando el vocalista empezó con aquello de “El farolito de la calle en que nací…”, exceden todo tipo de explicación. Claro que si la idea es participar, nada como los Hosen: invitan a chicos del público a ser parte de la banda por un rato. Un fan se hace cargo del micrófono para entonar “Alles was war” con una notable calidad, y otro fanático sube a hacer lo suyo con la guitarra para sumarse en “Paradies”, mientras Breiti lo ayuda indicándole las notas. 



        Hubo lugar para la emoción en medio de “Días como estos”, la canción que tradujeron especialmente al castellano de la mano de sus amigos de La Vela Puerca, así como también el clásico cantito “Olé olé olé olá” en “Auswärtsspiel”, otro tema dedicado al pasional público argentino. Se guardaron otras viejas gemas, “Reisefiber” y “Glückspiraten”, y luego la seguidilla de clásicos para llegar al final: “All die Ganzen Jahre”, “Bis Zum Bitteren Ende”, “Schönen Gruß, auf Wiederseh'n” y el himno de cancha “You’ll never walk alone” con todos con los brazos extendidos y abrazados. Un ritual para iniciados y para los de siempre, hermanados en un show sin fisuras de la banda alemana más argentina que existe.